TARTALETAS de MARACUYÁ y MASCARPONE

Por fin he dado uso a los maracuyás que me regaló Palmira. Que maravilla!! Me encanta ese sabor tropical y ácido de esta preciosa fruta. Mil gracias Palmira! Es una pasada tener estas frutas aquí en el norte, ¿verdad? Viva la Galicia Tropical jaja!

La receta de la crema de maracuyá o fruta de la pasión es del blog de una amiga que no debéis dejar de visitar, muy tropical toda ella :-) , Rossilet. Yo solo cambié la cantidad de mantequilla.

En su precioso blog Sugg-r and some Salt podéis encontrar otras maravillosas recetas con esta fruta que me apasiona, supongo que de ahí su nombre porque, a los que nos gusta, es que nos apasiona, pero mucho :-)

La crema de fruta de la pasión es mejor que la hagáis al menos un día antes, para que al enfriar se asiente el sabor y coja la textura espesa que precisa. Podéis sustituirla por la crema de limon (Lemon Curd) u otra crema que os guste.

Con estas cantidades hice 12 tartaletas en un molde de magdalenas.

Os pongo la receta en tres partes:

Crema de maracuyá (Passion curd):

Para unos 500 gramos de crema:

• 200 mililitros de pulpa de fruta de la pasión 
• 6 yemas de huevo
• 150 gramos de azúcar
• el zumo de una lima
• 80 gramos de mantequilla

Si tenéis la fruta de la pasión fresca, abrir los frutos por la mitad, vaciar la pulpa, pasarla por la batidora y colarla. De este modo, se separa la pulpa de las pepitas. No tengáis miedo, las pepitas no se trituran y quedan perfectamente separadas.

No os puedo decir cuantos frutos se necesitan para obtener estos 200ml. porque depende del tamaño de los mismos. Los mios eran muy pequeños, como ciruelas y necesité bastantes. Rossi en su receta dice que 5 o 6, pero con mis maracuyás necesité muchos más, serían unos 20 frutos.

Si no disponéis de esta maravillosa fruta, venden la pulpa ya limpia y envasada. Yo la he visto en Carrefour o El Corte Inglés.

- Mezclamos la pulpa de maracuyá, las 6 yemas de huevo, el azúcar y el zumo de lima en un recipiente metálico o de cristal y lo cocemos al baño de maría, colocando este recipiente sobre una olla con agua a fuego medio, que burbujee, y sin que el recipiente toque el agua.

- Removemos con unas varillas hasta que espese, unos 15-20 minutos. Cuando al remover veamos el fondo del recipiente, retiramos del fuego y agregamos la mantequilla. 

- Mezclamos hasta incorporar completamente. Pasamos a otro recipiente y dejamos enfriar tapado con papel film tocando la superficie del curd, para que no se cree costra en la superficie. 

- Una vez esté a temperatura ambiente ya podemos envasarlo y conservarlo en la nevera hasta su uso. 

Nos puede durar hasta una semana en perfecto estado. 

Masa quebrada:

Para la masa quebrada he visto miles de recetas y ninguna igual, así que, he seguido la receta del libro con algún cambio.

Tenéis una buena explicación en el blog de Paula, The Culinary Scene.

En este caso he puesto casi la misma cantidad de harina que de mantequilla, pero si tenéis una receta que os guste y os salga bien, utilizarla, porque es la primera vez que la hago y no soy una experta. 

Podéis usar también masas compradas, como la masa sableé o pasta brisa, pero claro, no es lo mismo.

La próxima vez creo que usaré menos mantequilla para suavizar un poco, aunque así está deliciosa, la verdad.

• 250 gr. de harina de repostería
• 220 gr. de mantequilla fría
• 1/2 cucharadita de sal
• 2-3 cucharadas de agua bien fría

- Ponemos en un recipiente la harina tamizada, la sal y la mantequilla fría cortada en dados.

- Mezclamos con la punta de los dedos hasta conseguir una especie de mezcla arenosa. No es necesario amasar mucho, es más, es contra producente para que os quede una buena masa quebrada.

La masa quebrada no es una masa elástica, sino una masa quebradiza que se rompe fácilmente al morder y se deshace.

- Cuando esté mezclada, añadimos las 2 cucharadas de agua bien fría, mezclando con una espátula para amalgamar todo, hacemos una bola, la envolvemos en papel film y al frigo durante una hora para que enfríe.

Podéis hacerla también el día anterior, incluso congelarla para usarla cuando queráis.

Recordad no amasar mucho, solo mezclar con la punta de los dedos.

- Al sacarla del frigo, no la manipuléis mucho con las manos, pues se calienta la mantequilla y es difícil de manejar. Extenderla con el rodillo entre dos hojas de papel de horno y cortar porciones redondas, con un molde o con un vaso.

- Forramos los moldes con la masa y los volvemos a meter en la nevera 15-20 minutos para que endurezca otra vez un poco.

No os importe si no os quedan los moldes perfectos. Yo he tenido que hacer varios parches con los recortes de la masa. Se ablanda y rompe con mucha facilidad pero luego no se nota.

Mientras enfría, preparamos la crema de mascarpone para el relleno:

• 3 huevos
• 100 gr. de azúcar
• 400 gr. de mascarpone.

- En un recipiente, mezclamos bien los 3 ingredientes con varilla manual o batidora, hasta obtener una crema. Reservamos en la nevera hasta su uso.

- Precalentamos el horno a 190º, calor arriba y abajo.

- Rellenamos las tartaletas repartiendo con una cuchara la crema de maracuyá por todas las tartaletas y encima repartimos la crema de mascarpone.

Llenarlas bien porque luego al enfriar se bajan. En el horno parece que se van a salir pero luego se "desinflan". Como las hice en el molde de magdalenas yo tenía margen de "desbordamiento", pero si usáis moldes individuales tener cuidado de que no se os salga el relleno y se caiga en el horno, no las llenéis tanto.

- Hornear en la parte baja del horno para que se haga bien la tartaleta por abajo, hasta que estén doradas y las tartaletas hechas. En mi horno fueron 25 minutos.

- Cuando estén bien doradas, sacar los moldes del horno y dejar enfriar por completo. 

- Espolvorear con azúcar glasé y servir.

La foto del corte es de la primera tartaleta que desmoldé, aún no había enfriado y la crema de maracuyá estaba muy líquida. Al enfriar vuelve a tener la textura espesa del principio.

Además, me costó mucho desmoldarla sin que se rompiera, así que, os recomiendo dejarlas enfriar bien, incluso dentro del frigorífico para que no se rompan las tartaletas.

Además, en caliente, la mantequilla empalaga mucho. La receta de mi libro indica que se pueden servir frías o templadas, pero mi recomendación es que las desmoldéis cuando estén frías.

Espero que os guste!