TURRON DE CHOCOLATE BLANCO, ARÁNDANOS Y PISTACHOS




No pensaba hacer ninguna receta especial de navidad porque no tenía mucho tiempo a prepararlo bien, pero cuando vi esta receta tan fácil y rápida, no pude resistirme.

La receta la vi en el blog de Pam y como todo lo que he hecho de su blog me ha salido bien, me lancé sin dudarlo.

Solo he cambiado los ingredientes que se añaden al chocolate, vosotros podéis hacer lo mismo a vuestro gusto. También podéis hacerlo con chocolate con leche o negro. Yo lo hice con chocolate blanco para regalar a una amiga a la que le gusta este chocolate.

Se hace en un momento y solo hay que dejarlo enfriar. Todavía estáis a tiempo de hacer un exquisito turrón de chocolate casero para fin de año... o para regalar, como es mi caso.

Ingredientes:

Para una tableta.

259 gr. de chocolate blanco
35 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente (que esté blandita)
25 gr. de krispies (cereales de arroz inflado)
25 gr. de arándanos deshidratados
25 gr. de pistachos
1 cucharada de brandy (opcional, si lo van a tomar niños podéis suprimirlo)

Yo usé el chocolate en pepitas para fundir de Chocolat Factory y la manteca de cerdo ibérico de El Pozo. 

Los krispies solo encontré los de chocolate, no sé si los hay sin chocolate. Éstos aportan el toque crujiente y los arándanos y pistachos contrarestan muy bien el dulzor del chocolate blanco.

Elaboración:

Fundir el chocolate blanco en el microondas, con cuidado de que no se queme. Hacerlo a intervalos cortos de tiempo, removiendo de vez en cuando. Yo lo hice en mi microondas de 800w al 80% de potencia en 1 minuto y algo más.

Con el chocolate que usé no he tenido ningún problema, pero si usáis un chocolate blanco normal, según Pam, se quema fácilmente y enfría demasiado rápido, por lo que tenéis que actuar también con rapidez.

Una vez fundido, añadir la manteca y mezclar todo muy bien. Si es necesario, meter unos segundos más en el micro para que se integre bien.

Añadir la cucharada de brandy y remover enérgicamente para que quede todo bien mezclado.

Añadir los krispies, los arándanos y los pistachos. Mezclar todo bien y verter en el molde.

Yo usé un molde rectangular de silicona que no necesita engrasado, si usáis otro tipo de molde debéis engrasarlo un poco antes para facilitar el desmoldado. Los de silicona son ideales para esto, desmoldan perfectamente....y no hace falta que sea cuadrado, admite cualquier forma.

Dejar enfriar hasta que esté duro  ...... fácil ¿no?

A mí no me gusta meter los chocolates en la nevera para evitar cambios bruscos de temperatura, pero si tenéis prisa podéis hacerlo, y en un par de horas estará listo.





Ahora voy a hacer otro de chocolate con caramelo (también en pepitas de la misma casa) y avellanas, pero quería poner este para que os de tiempo a hacerlo para fin de año.


Me voy toda contenta con mi paquetito para Ana, espero que le guste.








ALMEJAS A LA MARINERA




Esta receta me ha encantado encontrarla en uno de mis blogs de referencia, o, como yo le llamo, mi blog de cabecera: La cocina de la lechuza

Las había tomado en esta salsa varias veces y siempre me gustó, pero no tenía la receta. 

El sábado pasado acudí al mercado de mi barrio, mi actividad preferida de los sábados por la mañana y compré estas maravillosas y enormes almejas (creo que es la almeja babosa).

Nada más llegar a casa, me fuí al blog de Pilar a mirar que recetas tenía con almejas. En cuanto la ví, supe que esta era la salsa que yo quería. No me equivoqué. 

Os recomiendo este blog a los que no lo conozcáis, aunque creo que seréis pocos. Tiene de todo, es como yo digo, un "fondo de armario" de recetas para cualquier ocasión.

La hice tal y como ella la cuenta y el resultado es espectacular. La receta de almejas más rica que he probado hasta ahora.

Ingredientes: 

Yo hice para 2 personas, pero da para 3 como primer plato perfectamente.

1 kgs. de almejas
2 cebollas medianas
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 tomate maduro rallado
1 guindilla
sal gruesa, perejil y pimentón dulce
aceite de oliva virgen extra
1 vaso de vino blanco (yo usé el albariño con el que comimos, la receta agradece un vino rico)

Elaboración:

Lo primero es tener las almejas en agua con abundante sal durante al menos 2 horas para eliminar las arenas que puedan traer.

Después, en una sartén o pota baja amplia, ponemos un dedo de agua y las almejas a fuego fuerte, para que vayan abriendose. Según se vayan abriendo, las vais pasando a otro recipiente.
El caldo que os queda, colarlo para usarlo luego.

Para la salsa:
Con medio vaso de aceite de oliva pochamos la cebolla picada fina y el ajo. 
Cuando estén un poco pochados, añadimos el tomate rallado, el perejil picadito, la hoja de laurel y la guindilla (la guindilla pinchada en un palillo, es más fácil de localizar para sacarla luego, este truco lo aprendí de ella ya en otras recetas).

Pochamos otro poco y añadimos el pimentón (una cucharada de café más o menos, al gusto). Revolvemos un poco y añadimos el vino blanco y el caldo de las almejas.
Dejamos cocer todo junto unos 15 minutos, probamos de sal y trituramos con la batidora. Yo no necesité poner más sal de la que aportó el caldo de las almejas, pero eso es al gusto.

Añadir las almejas a la salsa para calentarlas un poco y servir inmediatamente.

¡¡¡ DE-LI-CIO-SAS !!!!


PILAR: gracias por esta fantástica receta.









DULCES DE MANDARINA (Grecia)




Esta receta la he sacado de mi nuevo libro de cocina griega "La cocina de Vefa", que es según cuentan la "biblia" de la gastronomía griega.

Es un dulce típico de Corfú, una isla griega del mar Jónico.

En cuanto vi esta receta sabía que la tenía que hacer, y no me ha decepcionado. 

Solo estaba esperando mi pedido de naranjas y mandarinas, que compro por internet todos los años, directamente al productor, en Valencia....un lujazo!. Hay varias casas de venta on-line si queréis tomar unas deliciosas naranjas.

Me parece además una estupenda receta para estas fiestas. 

Se parecen a las yemas o glorias tan típicas, pero mucho menos empalagosas,  con ese toque cítrico de las mandarinas......una exquisitez, además de un bonito detalle para regalar si queréis sorprender en estas fechas con un dulce casero.

Ingredientes:

1 kg de mandarinas
250 ml de zumo de mandarina recién exprimida
350 g de almendra molida
600 g de azúcar superfino (yo usé el azúcar normal fino)
azúcar glas para espolvorear

Con estas medidas salen unos 60 dulces. Yo hice 15 para probar, dividiendo todos los ingredientes por cuatro.

Mirad que deliciaaaaaaaaaa! 



Elaboración:

Pelar las mandarinas, retirándoles toda la piel blanca que puedas con un cuchillo afilado.

Echar las cáscaras en un cuenco, cubriéndolas de agua y dejar reposar en remojo durante 6 horas.

Luego colarlas y pasarlas a una pota, cubrir con agua y cocerlas a fuego vivo durante una hora o hasta que estén tiernas (yo en la olla rápida, 5 minutos).

Colarlas, y dejarlas enfriar ligeramente.

Triturarlas con la batidora añadiendo 2 o 3 cucharadas del zumo de mandarina.

Añadir las almendras y seguir triturando hasta conseguir una crema homogénea.

Con la batidora cuesta un poco este paso pero sale muy bien igual, si tenéis robot de cocina es más fácil.

Aparte, en una cacerola antiaderente, echar el resto del zumo y el azúcar y cocerlo todo, removiendo hasta que se disuelva el azúcar. Hervir el almíbar 5 minutos más sin removerlo hasta que espese.

Agregar la mezcla de mandarina y almendra y cocerlo todo junto 15 minutos, removiendo de vez en cuando. Aquí es cuando el aroma de las mandarinas empieza a inundar vuestra cocina........uhmmmmm!

Veréis que la mezcla se despega de las paredes de la cacerola.

Retirar del fuego y dejar enfriar.

Forrar dos fuentes con papel vegetal. Humedecer las manos con agua e ir formando bolitas del tamaño de una nuez. Colocarlas en las fuentes y dejarlas secar 1 o 2 días. Yo las dejé un día.

Rebozar las bolitas con azúcar glas y colocarlas en moldes de papel individuales.

Guardarlas en un recipiente hermético, ya que tienden a secarse.




Espero que os guste. Son muy fáciles de hacer y para mí están exquisitas. 

No os puedo decir cuanto duran porque las hemos tomado en 4 días, pero más o menos son tipo yemas. Se van secando, pero siguen estando muy buenas.

Son un bocado delicioso, para tomar una o dos, así que con 60 bolitas vais servidos para unas cuantas personas. Me ha gustado mucho hacerlas. Animaros a probarlas.








PASTEL DE TRUFA para mi cumple!





Hoy es mi cumple (no voy a decir cuántos *_*) y para celebrarlo, os he hecho este pastel para invitaros a todos.

No pensaba hacer nada especial en el blog para la ocasión, ya que yo suelo publicar los fines de semana y esta semana, aunque tiene muchos festivos, me ha tocado trabajar también.......pero como algunos ya me han dicho que vendrían a por un trozo de tarta no me ha quedado más remedio :-@ ......Tito, voy matate, como decimos en Asturias....no sabes el atracón que me tuve que pegar para hacer esta entrada hoy entre semana.

Como convivo con un choco-adicto, me decidí por este pastel de trufa, todo chocolate, que vi en el blog de Helen, Mamá in Design. (Helen, perdóname por haber destrozado tu maravilloso pastel, pero las prisas no son  buenas amigas de la cocina y he tenido varios percances en el camino......la culpa es de Tito :-P)

Aunque el aspecto no le hace justicia, os diré que la trufa tiene un sabor espectacular para los adictos al chocolate.


Vamos con la receta:


Ingredientes:
Para el bizcocho:
75 gr. de mantequilla
75 gr. azúcar glass
2 huevos
75 gr. harina
1/2 cucharadita de levadura en polvo
25 gr. de cacao en polvo
50 gr. de almendra molida



Para la trufa:
350 gr. de chocolate negro (yo usé Valor de cobertura)
100 gr. de mantequilla
300 ml de nata liquida
75 gr. de migas magdalenas, bizcocho, sobaos o lo que tengas



Elaboración:


Primero hacemos el bizcocho de chocolate:


Batimos bien la mantequilla con el azúcar durante unos 5 minutos. Incorporamos entonces el huevo ligeramente batido poco a poco batiendo bien todo el conjunto.

Tamizamos la harina, el cacao en polvo y la levadura. Mezclamos con la almendra molida y vamos añadiendo a la mezcla. 



Yo este paso lo hago a mano pues con la batidora me "vuela" todo.


Ponemos esta masa en un molde de 20 cm engrasado y lo metemos en el horno precalentado a 180ºC durante unos 30 minutos aproximadamente (controlar que no se queme, ya sabéis que cada horno es un mundo). 

Aquí tuve mi primer percance: usé un molde de 25 cm y me quedó un bizcocho muy delgado y no tan esponjoso como el de Helen.

Luego decidí recortar el bizcocho y pasarlo a un molde más pequeño rectangular en dos capas, pero como no me daba para dos capas enteras, puse una y el resto los desmigué por encima, de ahí esa capa un poco más dura que veis por el medio...se quedó así al echar la trufa por encima *o*.

Y menos mal, porque si me llega a funcionar lo de las dos capas, al desmoldarlo se me hubiera caído la primera ya que no pensaba "pegarlas " con nada....tremenda chapuzaaaaaaa! 

Cuando esté ya cocido, sacar el bizcocho y dejarlo templar 5 minutos en el molde. Después desmoldarlo y dejar enfriar sobre una rejilla.


Lavar el molde y secarlo bien.


Cuando esté bien frío el bizcocho, volvemos a meterlo en el molde y procedemos a elaborar la trufa:

En un cazo de base gruesa (para que no se queme el chocolate), ponemos a fuego lento el chocolate, la mantequilla y la nata, removiendo hasta que se funda todo en una crema fina. 



Dejamos enfriar durante 30 minutos en el frigorífico. 


Sacamos y removemos con una cuchara de madera y volvemos a meter en la nevera otros 30 minutos. 


Volvemos a sacar, batimos a mano la crema y añadimos las migas de magdalenas.


Mezclamos hasta que todo esté bien integrado. Extendemos la cobertura sobre la base y dejamos enfriar en el frigorífico durante al menos 3 horas.


Desmoldar y a disfrutaaaar! (2º error: mi molde rectangular no era desmontable y estropeé un poco los bordes con el cuchillo :-@)


Yo lo decoré azúcar glass. Usé como plantilla un salvamanteles metálico con los dibujos que véis y puse unos gajos de naranja pelados que me parece que combinan muy bien con el chocolate.


Al servirlo, podéis regarlo con salsa de chocolate. Yo por las prisas usé una comprada, pero basta fundir un poco de chocolate en el micro con un poco de nata o mantequilla....aunque no es necesario ya que la dosis de chocolate es suficiente hasta para el más choco-adicto......




Helen nos dice que debe servirse frío o semifrío para que no se deshaga la trufa. Yo he comprobado que está en su punto ideal si lo sacas una hora antes de la nevera......blandito y delicioso, y no se ha roto la trufa.


Espero que os guste. A mí me encantó a pesar de los "percances" y pienso repetirlo para que me quede tan bonito como el original.


He tomado el trocito que veis a vuestra salud pero si quereis el vuestro tenéis que venir a buscarlo  a Coruña porque es un pastel muy delicado y no se puede enviar por correo    ;-D Titooooooooo! lo siento.


Os he puesto mis errores para que no los repitáis ¿eh?. Tener en cuenta que las medidas son para un molde de 20 cm, mejor si es desmontable.






RAPE AL USO DE AVILÉS




Esta es una receta de rape que nunca había preparado antes. Ni siquiera sabía que en Avilés se cocinaba así.

Como me sobró rape de la receta anterior, recurrí a mi libro de cabecera de Cocina Asturiana, de la editorial Everest. Como en el libro la receta lleva este nombre, pues ¿quien soy yo para llevarles la contraria?...

Me sorprendió mucho su sabor, la salsa es exquisita y es muy fácil de preparar. Os recomiendo probarla, está buenísima, la repetiré seguro.


Ingredientes:

Para dos personas:

400 gr. de rape limpio
unos 10 langostinos pelados (......cabezas al congelador para caldos)
2 cebollas
1 zanahoria
1 ajo puerro
Perejil
100 gr. de mantequilla.
1 vaso de vino blanco
1 hoja de laurel
sal
media cucharadita de pimentón

Elaboración:

Poner en un olla a hervir la zanahoria, 1 cebolla, el puerro, un poco de perejil, sal y el laurel y hacer un caldo.

Cuando esté el caldo consistente, añadir el rape cortado en trozos grandes y cocer durante 10 minutos.

Aquí el libro no es muy claro, no pone tiempos. Son recetas antiguas y tiene algunas deficiencias en ese sentido. Yo lo puse solo 10 minutos para dejarlo dentro del caldo y así mantenerlo caliente mientras preparo la salsa.

Pasados esos 10 minutos, retirar del fuego.

Para la salsa:

Poner la mantequilla en un cazo o sartén y freír en ella dos cucharadas de cebolla picada fina. Agregar el vino blanco y la misma cantidad del caldo donde habéis cocido el rape, colado.

Añadir una pizca de pimentón (esto es cosecha mía porque en el libro la foto de la salsa era anaranjada y la mía estaba amarilla).

Echar un poco de sal y dejar reducir a la mitad. Añadir otro vaso de caldo y dejarlo hervir otros 10 minutos.

Retirar del fuego y triturar con la batidora. Aquí la receta indica que se le añada más mantequilla pero yo esto me lo salté para reducir un poco las grasas y estaba muy buena igual.

Si os queda muy líquido, podéis espesarlo un poco añadiendo un poco de espesante (yo uso el espesante instantáneo de Maizena).

Aparte, saltear a la plancha los langostinos con un poco de sal.

Servir el rape bien escurrido con los langostinos por encima y napar con la salsa.

Está buenísimo y tiene un sabor muy fino y delicado.








FRITOS DE PIXÍN







Otro clásico en la gastronomía asturiana. Aunque la receta no tiene ninguna ciencia, no quería dejar de ponerla porque es uno de mis platos favoritos.

Además así, os enseño como se llama al RAPE en Asturias, para los que no lo conocéis.

No hay nada más delicioso que acercarse a uno de los preciosos puertos pesqueros asturianos y saborear estos fritos acompañados de una sidra o un vinito al lado del mar.

Ingredientes:

Pixín limpio y sin espinas.
Ajo, sal y perejil para adobarlo.
Harina y huevo para rebozar.
Aceite de oliva.
Limón.

Elaboración:

Cortar el pixín en trozos pequeños, de bocado. 

Yo lo suelo comprar ya en lomos, sin espina. No olvidéis guardar las espinas y cabeza en el congelador para los caldos de pescado de otras elaboraciones, le da un sabor exquisito.

Adobarlo con sal, ajo y perejil, regar con unas gotas de zumo de limón para que coja bien los sabores y dejar reposar una media hora.

Pasar los trozos de pixín por harina, sacudir el exceso de harina y a continuación pasarlos por el huevo batido.

Freírlos en abundante aceite a fuego medio-alto. Dejar que se doren por un lado y luego darles la vuelta, solo una vez.


Escurrirlos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.

Servir acompañados de patatas fritas, ensalada, mayonesa o vuestra guarnición favorita.





Es unos de los pescados, para mí, más exquisito y muy adecuado para los niños por no tener espinas. Además con esta elaboración resulta muy a apetecible para los que no gustan de comer mucho pescado.










PASTAS DE MANTEQUILLA


 
Hoy os traigo unas deliciosas pastas de mantequilla muy fáciles de hacer y con un resultado maravilloso.

Es la primera vez que las hago y pienso repetirlas muchas veces.

Para buscar ideas recurrí a Aliter Dulcia, el estupendo blog de una paisana, Isabel, que os recomiendo visitar, uno de mis blogs favoritos. Me basé en su receta de “Estrellas de naranja y azahar”, haciendo algunos cambios a mi gusto.

Os recomiendo encarecidamente visitar su blog y no perderos sus publicaciones de los sábados, podéis verlas todas en la sección “La cocina en el arte”, en el índice de recetas (el de su blog, claro :-D)


Ingredientes:

200 gr. de harina.
100 gr. de almendra molida.
150 gr. de azúcar.
150 gr. de mantequilla. (yo uso el rulo de La Central Lechera Asturiana)
Una pizca de sal.
1 cucharadita de aroma de vainilla.
1 cucharadita de ralladura de naranja.
2 yemas de huevo.
2 cucharadas de zumo de naranja.

Elaboración:

Poner todos los ingredientes en un bol y amasar bien todo junto.

Formar una bola y meterla al frigorífico durante al menos una hora.

Estirar la masa uniformemente con un grosor de medio cm. más o menos.

Cortar con corta-pastas e ir disponiendo las pastas en la bandeja del horno sobre un papel vegetal. Mejor si tenéis una pala o espátula para ir pasándolas a la bandeja, ya que la masa es blanda y se deforma fácilmente.

Precalentar el horno a 170º y hornear las pastas durante unos 10 minutos, dependiendo del horno.

En cuanto estén un poco doradas, sacarlas ya aunque os parezca que están blandas. Al enfriar endurecen y quedan fenomenal.

Sacarlas y enfriar sobre una rejilla.

Cuando estén frías, conservar en un bote hermético.



Si queréis glasearlas es sencillo:

150 gr. de azúcar glass.
2 cucharadas de zumo de naranja.
1 cucharada de las claras de huevo.
Colorante alimentario (opcional)

Lo mezcláis todo bien hasta que quede una masa y untáis las pastas con esa mezcla.

Yo lo hice con algunas de ellas para probar, con una cucharita verter la glasa sobre las pastas y dejarlas enfriar bien hasta que endurezca el glaseado.

Como no me quedaban muy bien solo hice unas pocas. Para que queden perfectas es mejor disponer de los utensilios adecuados para glasear que yo no tengo, hay infinidad de ellos para repostería.

Si sois muy mañosos podéis hacerlo igual pero con más paciencia que yo ;-)



Están francamente deliciosas y son muy viciosas. Las glaseadas se parecen, pero mucho, a las pastas de una de las mejores confiterías que hay en Oviedo, el Peñalba.

Espero que os gusten.




LICOR DE NUECES VERDES para Conxita




Esta receta se la quiero dedicar a Conxita, del bonito blog Te de Ternura.

Es una mujer muy especial, así que, este licorcito va para ella.

Conxi, este brebaje te irá muy bien para acompañar tu excelente trabajo durante el invierno...... da mucho calorcito, pero no te pases ¿eh? que se sube mucho!!

Como estás un poco lejos me he tomado yo las dos copitas, la tuya y la mía. Menos mal que pude dormir una sistecita  ;-D

La receta es bien sencilla. Solo hay que tener un poco de paciencia para esperar a poder consumirlo.



Ingredientes: 

750 ml. de orujo
350 gr. de azúcar ecológico
4 o 5 nueces verdes partidas a la mitad
2 ramas de canela
3 nueces moscadas

Nosotros lo hacemos con orujo casero. Es importante usar un licor de calidad para obtener un buen resultado. Si el que encontrais es muy fuerte, se puede rebajar con un poco de agua mineral (no del grifo), pero sin pasarse, que no quede muy aguado..ir probando.

Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente tapado y vamos removiendo cada día hasta que se disuelva todo el azúcar. Yo uso un bote de cristal hermético grande y lo voy meneando sin abrirlo. Vale en una pota con tapa y lo vais removiendo con un utensilio de madera.

Dejamos reposar al menos durante un mes.

Colamos bien el licor en una botella y ..... a disfrutar. Para que quede bien limpio de impurezas yo lo cuelo primero con un colador y luego lo vuelvo a colar poniendo un paño de algodón fino, bien limpio y húmedo sobre el colador.

Es muy digestivo después de comer. Cuando va pasando el tiempo va cambiando su sabor. He probado uno de hace dos años y se ha transformado en un licor quinado, casi como el SANSON de toda la vida.

Normalmente lo hago cuando las nueces están más verdes, pero este año me olvidé de recogerlas. Gracias a este otoño loco que hemos tenido, el mes pasado me encontré un nogal al fondo de la finca ¡con las nueces verdes!.



Luego al abrirlas no estaban tas verdes pero lo hice igual. Ha quedado más marrón, otros años queda negro completamente, pero este año, le he quitado la corteza verde para probar y está muy bueno. Sabe más a nueces.

Debéis tener cuidado de cortar las nueces con guantes, ya que manchan mucho...y no se quita con nada!



Ya sé que es un poco tarde porque ya no váis a encontrar nueces verdes, pero podéis probar con otras frutas. Yo casi todos los licores los hago así y están muy buenos. 

Queda muy rico, por ejemplo, con ciruelas pasas de California. Podeis probar a aromatizarlos con lo que os guste, hay quien añade vainilla, mondas de naranja, de limón....hay miles de fórmulas, podeis experimentar.

Otro día os preparo el licor café que se puede hacer en cualquier época del año.






CALAMARES CON ARROZ Y VERDURAS



Una vez más, mi pescador favorito nos ha regalado parte de su jornada de pesca. Calamares y una jibia ¡recién pescados!

Mirar que bonitos:

Bueno, vale, de cara son un poco feos. Me miraban mal porque sabían que iban pa´la cazuela.......pero están taaaaaan buenos....

He hecho una paella de calamares y verduritas, un poco melosa, como si fuera un risotto.

Ingredientes:
Para 4 personas
1/2 kilo de calamares ya limpios y picados en rodajas (y una jibia en mi caso)
300 gr. de arroz redondo
Caldo de pescado (unas cabezas de pescado y espinas, cocidas con cebolla, un puerro y zanahorias)
1 cebolla
medio pimiento verde y medio rojo
1 zanahoria rallada
medio calabacín pelado
Aceite, sal y azafrán
una pizca de pimentón 

Elaboración:

Lo primero es hacer el caldo. Yo como siempre, he utilizado restos de pescado que tengo congelados y los he puesto a cocer con una cebolla, un puerro y dos zanahorias.

Una vez cocido todo durante al menos media hora, lo cuelo y le añado la sal y el azafrán en polvo o en hebra. Que esté un poco salado y así no hace falta añadir más al arroz.

Reservar caliente.

Con las verduras bien picaditas (cebolla, pimientos y calabacín) se hace un sofrito con un poco de aceite, en la una paella o pota baja.

Cuando está todo bien pochado, se añade una cucharadita de pimentón. Revolver y añadir la zanahoria rallada.

Añadir los calamares limpios y rehogar todo junto otro minuto.

Añadir el arroz y cocinar un par de minutos todo junto.

Ahora vamos añadiendo caldo poco a poco. El caldo debe estar caliente. Hechas un poco de caldo y dejas reducir. Añades otro poco y a reducir. Así hasta que tenga la consistencia deseada. Rectificar de sal si es necesario.

Debéis medir primero en un cazo el arroz, y calcular el doble de caldo más otro cazo.

Cuando esté a vuestro gusto, apartar del fuego 5 minutos y ...... a comer sin esperar. Ya sabéis que estos platos no pueden esperar por el comensal, sino al revés.

Los calamares estaban de muerte y la jibia mejor aún......







Receta adaptada de La cocina de la lechuza