Hoy para variar, una recetita internacional para alguien muy especial.
Nieves, del blog Igloo Cooking cumple este mes su primer año en la blogosfera gastronómica y ha organizado un original concurso para celebrarlo.
Amante de los viajes y de la cocina de internacional, quiere que hagamos una receta que nos recuerde algún viaje que hayamos hecho a otro país y dar así, la vuelta al mundo con nuestras recetas.
Tenéis hasta el 9 de julio para hacerlo, así que, aún estáis a tiempo. Os dejo el enlace del concurso para que os animéis:
Me hubiera encantado hacer para Nieves una receta oriental o sudamericana, pero lamentablemente, no he estado en ninguno de sus países.
Nieves, sabes que no participo en concursos, pero por los buenos ratos y las risas que paso contigo en facebook, y por lo especial que eres, no podía dejar pasar éste.
Aprovecho para darte públicamente las gracias por todos los premios que me has concedido, a sabiendas de que tampoco participo en cadenas de premios. También darte las gracias por promocionarme entre tus seguidores con mis recetas.
He escogido esta receta de mi viaje a Austria y Hungría porque es la comida que recordamos con más alegría de todos nuestros viajes.
Un viaje con una de mis mejores amigas y con el que hoy es mi marido, un diciembre de hace ya muchos años, no recuerdo, pero sería más o menos por 1998 o así....buffff!!
No recuerdo tampoco como llegamos a este restaurante, pero fué una agradable sorpresa, después de andar comiendo en cualquier sitio que encontrábamos, aparecer en un restaurante precioso de Budapest y con unos platos exquisitos.
Todos pedimos el famoso gulash y aparecieron tres camareros elegantemente vestidos, cada uno con un plato cubierto con una de esas enormes campanas plateadas. Posándolo en la mesa, los tres sujetaron la campana con sus manos y diciendo "Hoppp!" destaparon los tres platos a la vez.
Estábamos ojipláticos y muertos de risa, al igual que con los postres. Yo pedí un postre que no recuerdo, pero era flameado y no veas esl espectáculo de fuego que nos montaron en la mesa.
Nos acordamos mucho de esta anécdota, así que no podía escoger otra receta. Además la comida estaba buenísima.
He tenido que rescatar las fotos que tenía guardadas, en papel, porque recordaba tener la foto de la entrada al restaurante. La he escaneado, así que no es de mucha calidad, pero he buscado el restaurante, cuyo nombre no recordaba y aún existe y tiene web, por si te interesa. Te dejo la foto:
La receta por otra parte, es bien sencilla. Se trata de una carne guisada, casi igual que la que hace mi madre, con algunos ingredientes más.
No he encontrado todos los ingredientes que usan allí, ya que hay una hortaliza que aquí no tenemos, o no usamos, y es la raíz del perejil, que es como una zanahoria pero blanca. En su lugar, se pueden usar chirivías, pero yo aquí, tampoco las encontré.
Cuando estaba pensando en esta receta, conocí a través del Club Gastronómico de Radiovoz Coruña, el blog de una chica húngara, Eva, afincada en España que contaba esta receta...qué casualidad ¿no?.....estaba predestinada, tenía que ser el gulash.
Aunque ella nos explica que el gulash húngaro es un guiso caldoso con patatas, un potaje, yo allí lo tomé con pasta y así lo he preparado.
Os dejo su enlace, tiene las recetas en húngaro y en español, pinchando en el título de cada receta cambias de idioma. Aquí podreis ver el auténtico gulash húngaro : meGASTROmanía.
Ingredientes:
500 gr. de carne de ternera para guisar cortada en dados.
2 zanahorias
2 chirivías (no encontré)
una cebolla grande
1 diente de ajo
2 tomates
1 pimiento verde
2 pimientos choriceros
Aceite, sal, pimienta negra y comino molidos
Yo añadí una pizca de pimentón picante
Pasta fresca para acompañar
Elaboración:
Hacer un sofrito con la cebolla, el pimiento, el ajo y los tomates, todo muy picadito.
Mientras tanto, pelar y cortar las zanahorias y las chirivías en rodajas finas.
Cuando esté el sofrito un poco hecho, salpimentar la carne y añadirla removiendo bien. Añadir aquí media cucharadita de pimentón picante, un poco de sal, pimienta y una pizca de comino molido (yo he puesto muy poco, no me gusta que sepa mucho a comino).
Rehogamos todo y añadimos unos 2 vasos de agua, mejor caliente. Cuando rompa a hervir añadimos las zanahorias y chirivías, y los dos pimientos choriceros limpios de pepitas para que se hidraten.
A los cinco minutos sacamos los pimientos y extraemos la carne con un cuchillo, raspando la piel. Volvemos a incorporarla al guiso y removemos.
Rectificamos de sal todo el conjunto y dejamos cocer a fuego lento hasta que esté toda la carne bien tierna y se reduzca el caldo.
Acompañar con pasta fresca, arroz blanco, o vuestra guarnición favorita.
Nieves, espero que te guste. Te dejo unas fotos, también escaneadas, de un puesto que encontramos por el camino, en algún lugar de Hungría, en la carretera entre Viena y Budapest, y de un precioso puesto de hierbas aromáticas en el mercado de Viena.
Aprovecho también para deseados a todos que tengáis un feliz verano, por si no vuelvo a publicar hasta septiembre.
Me espera un verano lleno de fiestas familiares, vacaciones, trabajo....así que iré a mi ritmo y publicaré solo si me sobra tiempo.
Espero que no me abandonéis si no aparezco mucho por aquí....aunque seguro que no aguantaré tanto tiempo.
¡FELIZ VERANO A TODOS!