BOLLOS DE LECHE

Estos bollos de leche hacía años que no los probaba. La receta la saqué de un libro de cocina asturiana de hace bastantes años, pero tuve que cambiar todas las cantidades, así que, casi ni os digo cual es.

No suelo hacer este tipo de bollería, porque no me gustan las recetas que tienen más de un tiempo de levado, no tengo paciencia. Y encima, siempre se me ocurre hacerlos cuando más frío hace, lo que ralentiza mucho el proceso.

Pero tenía muchas ganas de hacerlos, y aparte de las esperas, son muy fáciles, así que este sábado me puse a ello. Empecé a las once de la mañana a amasar y los saqué del horno a las siete de la tarde, para que os hagáis una idea.

Lo bueno, que no tienes que estar mirando para ellos, jeje...en realidad el tiempo que te ocupan es poco.

Lo malo, que estas masas no resisten bien el paso del tiempo, a no ser que se me escape algo....se mantienen bien de aspecto, pero pierden mucho en textura. Investigaré la manera de mejorar eso, si sabéis algún truco, por favor, contármelo.

Así que son ideales para merendar, pero para desayunar al día siguiente, mejor mojarlos en un chocolate o café con leche. Los últimos, con un toque de 5 segundos de microondas mejoraron mucho. 

Quizás guardándolos en una bolsa de plástico hermética en la nevera se conserven mejor, pero habría que darles un "toque" en el micro igualmente.

Ingredientes:

• 650 gr. de harina de fuerza aproximadamente 
• 150 gr. de mantequilla punto pomada
• 100 gr. de azúcar
• 250 ml. de leche
• 3 huevos y uno más para pintar los bollos
• 1 sobre de levadura seca de panadería o 10 gr. de levadura fresca.
• 1 cucharadita de sal

Me han salido con estas cantidades 18 bollitos.

Elaboración:

- Mezclamos todos los ingredientes secos en un recipiente amplio, harina, azúcar, levadura y sal (empezar con 450 gr. de harina y luego ir añadiendo lo que pida la masa).

- Hacer un volcán en el centro y poner los 3 huevos y los 250 ml. de leche.

- Amasar bien todo con las manos, o con amasadora si tenéis, hasta que esté todo bien integrado.

La masa es pegajosa y correosa, no os preocupéis.

- Cuando se hayan integrado todos los ingredientes, añadir la mantequilla y seguir amasando hasta que se mezcle bien con el resto de la masa.

- Aquí es donde debéis empezar a agregar harina hasta poder manejar bien la masa con las manos y pasarla a la encimera. Tiene que quedar una masa blanda, no os paséis con la harina. 

- En cuanto podáis manejarla sin que se os pegue, ya está. Ir amasando un poco sobre la encimera enharinada, de fuera hacia adentro, no es necesario amasarla demasiado, solo hasta que tengáis una bola más o menos lisa.

- La ponemos en un bol amplio, tapada con un paño, en un lugar sin corrientes, hasta que doble su tamaño, en mi caso, 4 horas. Depende de la temperatura que tengáis en casa. Es buena idea ponerla cerca de un radiador o de la cocina mientras cocináis, acelera un poco el proceso.

- Pasado este tiempo de levado, la volvéis a volcar en la encimera y la amasáis otro poco para desgasificar.

- Hacemos bolas de unos 50 gr., lo que cabe en el cuenco de la mano más o menos, y las ponemos sobre la bandeja de horno con papel vegetal, separadas unos 5 cm. entre sí. Necesitaréis 2 bandejas y dos hornadas.

- Tapamos con un paño y las dejamos subir otra vez hasta que doblen el tamaño.

Si los queréis para el desayuno, la opción en este caso es dejarlos en la nevera ya formados toda la noche, para que suban despacio, y hornearlos por la mañana, que se hacen rápido.

- Cuando hayan crecido, hacemos un corte profundo y rellenamos ese corte con azúcar. Pincelamos con huevo batido con un poco de leche, y horneamos 12 minutos a 180º.

El corte hace que se expandan a lo largo y queden con esta forma ovalada. Yo lo hago con las tijeras de cocina para no aplastarlos, si es con cuchillo, tiene que estar muy bien afilado.

Son unos bollos no muy dulces y están muy ricos también con algún relleno salado.

Las fotos están sacadas al día siguiente.
Ya veis que están muy bien pero no tan tiernos como el día que se hacen.

Podéis hacerlos sin corte, para hacer mini-bocaditos. 

Incluso hacer caracolas, estirando la porción, rellenando con pepitas de chocolate y enroscándola en un rulo. Luego hacéis la forma de la caracola.

Espero que os gusten.