MAGDALENAS, las de toda la vida.

Hoy os traigo una receta de las de toda la vida, las magdalenas de siempre, muy fáciles de hacer y perfectas para un desayuno o merienda con un cafecito o chocolate.

Las hice para estrenar el molde de magdalenas que me regaló una amiga en el cumpleaños...aunque le prometí que cuando lo estrenara le llevaría la prueba....Mari, lo siento, nos las hemos comido...te prometo que las repetiré en breve para tí, la próxima vez que quedemos *_*

Ingredientes:

para 12 unidades:

100 gr. de mantequilla (yo, Central Lechera Asturiana en rulo)

25 gr. de manteca de cerdo (yo, la de El Pozo)

150 gr. de azúcar

125 gr. de harina de repostería

3 huevos

ralladura de un limón

1 cucharada de las de postre de levadura en polvo

un chorrito de esencia de vainilla (opcional)

Elaboración:

En un recipiente hondo se mezclan los huevos batidos, el azúcar y la ralladura del limón y se bate durante 10 minutos hasta conseguir una masa homogénea.

Añadir, si os gusta, un poco de esencia de vainilla (yo uso el taponcito del bote y le echo uno escaso). También podéis sustituirlo por esencia de anís si os gusta más.

A continuación se agrega la mantequilla y la manteca de cerdo, derretida en el microondas o al fuego suave y se mezcla todo junto otro poco.

Añadir ahora la harina tamizada con la levadura e ir mezclando hasta que la pasta esté toda bien unida.

Rellenar los moldes hasta la mitad, espolvorear por encima con azúcar e introducir en el horno a 160-180º durante unos 15 minutos, dependiendo del horno.

Una vez cocidas, retirar del horno y enfriar sobre una rejilla.

Para probar, a la mitad de las magdalenas les puse encima un trozo de unas trufas de chocolate que tenía por casa. 

Quería que el chocolate se quedara por arriba, pero, como veis en la foto, se fue para el fondo....pero estaban muy buenas igualmente, aunque las de chocolate subieron un pelín menos.

La próxima vez probaré con unas pepitas de chocolate, que son menos pesadas.

Espero que os gusten.