BOLA de NATA (o BOLA de AZÚCAR)

Este es un dulce para nostálgicos. Un dulce tradicional del norte de la provincia de la Coruña, de los que se hacían hace años cuando se cocía el pan, con las natas caseras de la leche y abundante azúcar.

Jamás había oído hablar de este dulce. La receta me la dio a conocer  Bruno, mi fisioterapeuta. Él es de Cedeira, muy fan de este dulce, y hasta casi se ofendió de que una gastro-blogger gallega no conociera esta bola. 

"Pero que carallo de blogger eres que no conoce la bola de azúcar", me espetó  todo lleno de razón :-D  ...lo que me he reído conversando con él ...Cuando me mandó esta foto de la bola que se zampa casi el solito no pude resistirme a probarla jajaja...

Interrogó e investigó por si hubiera algún secreto que debiera conocer y me iba contando entre sesión y sesión. También hizo de conejillo de indias probando mis experimentos.

Luego otro amigo me trajo un día una bola de Ferrol (gracias Jose R.) para que la probara y viera realmente como es.

Así que a ellos dos les dedico esta receta, que aún queda gente maja por el mundo. Mil gracias Bruno y Jose por vuestras aportaciones.

Actualmente en las pastelerías/panaderías de la zona las hacen con nata líquida pasteurizada, pero yo he conseguido esta nata fresca que se parece más a aquellas natas de antaño.

Yo no hago mucho pan en casa así que os pongo la receta de la masa que he usado, pero si hacéis un pan que os sale bien, pues usar esa receta.

Ingredientes:

• 500 gr. de harina (10-11% de proteína) *
• 300 gr. de agua
• 15 gr. de levadura fresca
• 1 cucharadita de sal
• 250 gr. de nata fresca (o nata líquida 35% MG.)
  
• 150 gr. de azúcar.

* El día anterior hacemos un pre-fermento con 140 gr. de harina, 65 gr. de agua 2 gr. de levadura fresca. Mezclamos todo amasando un par de minutos y dejamos en el frigorifico en un recipiente hermético.

Las cantidades de agua y harina de la masa son orientativas. Quizás necesites añadir algo de harina o agua.

Elaboración:

- Disolvemos la levadura en un poco de agua.

- Con la harina hacemos un volcán y vertemos en el centro el pre-fermento, el agua, la levadura disuelta y la cucharadita de sal. Vamos mezclando la harina con el líquido hasta integrar todo y dejamos que repose unos minutos. (Yo hago todo esto en un bol bien grande.)

- Ahora empezamos con el amasado. Yo uso el accesorio amasador del robot de cocina, amaso hasta que la masa está bien tersa y lisa y se despega de las paredes (unos 10-15 minutos).

Si lo hacéis a mano, os llevará más tiempo, pero es fácil. Para no extenderme mucho en la explicación del amasado os dejo este post de Maria Lunarillos que lo explica muy bien.

- Una vez amasado, hacemos una bola y dejamos reposar tapado en un lugar cálido y sin corrientes hasta que doble su volumen. Yo lo he dejado en el microondas cerrado unas 3 horas y media más o menos, depende de la temperatura de la casa.

- Pasado ese tiempo, desgasificamos la masa y le damos forma. Se trata de hacer una especie de pizza con borde, redonda aunque a mi me quedó un poco cuadrada jeje.

- Dejamos reposar de nuevo la masa formada,  en la bandeja del horno, sobre un papel vegetal, tapada, otra hora aproximadamente.

- Mezclamos la nata con el azúcar, al gusto, podéis probar si os gusta más o menos dulce, y rellenamos la masa con ella. Ojo, yo la rellené casi hasta el borde y en el horno se me salió por fuera con la cocción, quizás no sea necesaria tanta cantidad de nata.

- Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, y cocemos hasta que la masa de pan esté hecha y la nata ligeramente dorada (unos 25-30 minutos).

Con la cocción casi se os saldrá la nata pero no os preocupéis, luego vuelve a su sitio.

Hay que esperar a que enfríe para que no se os desparrame toda la nata, que con la cocción y el calor queda bastante líquida. 

Mejor consumirla el mismo día que se hace, sobre todo si vuestra masa de pan no aguanta bien el paso del tiempo. A mí la que me ha sobrado, al día siguiente, con un golpe de microondas estaba perfecta, sino, resulta demasiado seca.

La nata cocida con el azúcar se funde con el pan dando como resultado un bocado dulce, con un sabor entre leche condensada y miel que, si bien en un principio nos resulta chocante al paladar, luego no puedes parar de comer.

¡ Espero que os guste !