PASTÉIS de LORVÃO (COIMBRA), PORTUGAL.

Hoy os traigo unas deliciosos pastelitos de la "doçaria conventual portuguesa".

Iba a hacer los famosos pastéis de Belem, pero he pensado que esos ya los conocéis todos muy bien y ya hay muchas recetas por los blogs nacionales, así que he decidido mostraros algún dulce más del país vecino, que me apasiona.

Estos pasteles tienen su origen en O Mosteiro de Lorvão, uno de los más antiguos de Europa, situado en Penacova, Coimbra.

Como curiosidad, os cuento que el uso abundante de yemas en las "doçaria conventual", parece ser que está relacionado con el uso de claras en los conventos para confeccionar las hostias y para mantener los hábitos de las monjas siempre engomados. 

Para no desperdiciar las yemas confeccionaban estos dulces ancestrales ricos en azúcar, yemas y frutos secos....y a mí me parece fantástico :-)

Os pongo las cantidades para hacer unas dos docenas de pastelitos. Yo he dividido las cantidades por 3 y me han salido 7 pasteles en un molde de esos para hacer 12 magdalenas. Depende del tamaño del molde y de la cantidad que pongáis en cada uno, os saldrá más o menos cantidad.

Ingredientes (para unos 24 pastéis):

• 500 gr. de azúcar
• 200 ml. de agua
• 250 gr. de almendra molida
• 2 cucharadas de harina normal
• 50 gr. de mantequilla en pomada
• 10 yemas
• 4 claras
• ralladura de un limón o naranja
• 1 cucharada de postre de canela (al gusto)
• mantequilla y harina para untar los moldes

Elaboración:

- Hacemos con el agua y el azúcar un almíbar al punto de bola floja.

- Mientras tanto, mezclamos en un cuenco la almendra, la harina y la mantequilla.

- Cuando tengamos el almíbar, dejamos templar y mezclamos con la mezcla de harinas, removiendo bien. Dejamos enfriar.

- Preparamos el molde untando los huecos con mantequilla y espolvoreando de harina.

- Cuando haya enfriado la mezcla de harina y almíbar, lo suficiente para no cuajar las yemas, batimos éstas muy bien con unas varillas y las añadimos a la mezcla. Añadimos la ralladura de limón y la canela y mezclamos bien.

- Batimos las claras con una pizca de sal a punto de nieve.

- Añadimos las claras a la mezcla anterior, primero una cucharada y removemos sin miedo para "aligerar la masa". Luego vamos añadiendo el resto, en dos o tres veces con movimientos envolventes.

- Precalentamos el horno a 160º, calor arriba y abajo, y vamos rellenando las moldes hasta unos 3/4 de altura. Yo lo hice con una cuchara, podéis usar también la manga pastelera.

- Cocemos en el horno unos 25-30 minutos hasta que estén dorados.

- Dejamos enfriar un poco sobre una rejilla y los desmoldamos con cuidado. Yo uso una espátula metálica sin filo para pasar alrededor del molde y salen perfectamente. 

Aseguraros de usar unos moldes que desmolden bien y no se peguen fácilmente, aunque con la mantequilla y la harina no deberían pegarse.

- Una vez fríos, espolvorear con azúcar glas y colocar en moldes de papel para magdalenas.

Quedan unos pastelitos deliciosos de almendra pero muy suaves y esponjosos. Sencillamente maravillosos.

 ¡ Espero que os gusten !

Fuente: Tachos e Panelas